Han pasado varios meses desde la última vez que publicamos noticias de la asociación, pero han sido meses complicados para las hermanas responsables de Congo y Camerún ya que han tenido varios problemas de salud lo que ha afectado a nuestra comunicación.
Llevamos 36 campañas, 36 años.
Recientemente hemos cerrado los resultados de 2024 y de la Campaña de Navidad. Por primera vez, estos han sido un poco más modestos que en años anteriores —algo que ya preveíamos, siempre hay muchas necesidades y oportunidades de ser solidarios, y este año, la DANA ha sido un gran competidor. Sabemos que muchos de vosotros habéis colaborado con Valencia. Aun así, hemos alcanzado en 2024 una recaudación total de 47.126 euros, frente a los 54.230 euros de 2023.
La campaña de navidad del vino la hemos cerrado con 11.000 euros, frente a los 13.000 del año anterior, que incluye el margen de la venta del vino, y un pequeño donativo de Bodegas LAN. Para acabar con los números, solo comentar que somos aproximadamente 180 socios, cuyas cuotas anuales superan los 7.000 euros (que forman parte de los 47.126 recaudados). Debe quedar claro que la parte del león de la recaudación procede de vuestras generosas donaciones, aproximadamente 29.000 euros.
Nos mantenemos estables, pero no nos conformamos: seguimos con la ilusión de crecer, de llegar más lejos, de ayudar a más niños.
Destino de los fondos
Ya hemos enviado prácticamente la totalidad de lo recaudado a Congo y Camerún. Este año, la temporada de lluvias —más larga y devastadora de lo habitual— ha obligado a destinar una parte a reparar los graves daños ocasionados.
En Camerún, tras finalizar las aulas de la planta baja en el colegio de Yaundé hemos empezado a construir una primera planta que albergará cuatro nuevas aulas. Esperamos finalizar las obras de las dos primeras clases antes del comienzo del curso.
Escuela de Yaundé en Camerún. Aquí podéis ver los avances de las obras.
En Congo se ha restaurado la cantina del colegio Ana María de Javouhey por el que pasan diariamente más de 2000 niños, y que estaba en pésimas condiciones.
También hemos financiado cursos de nutrición e higiene para las hermanas de la Orden de Cluny.
Por supuesto, seguimos ayudando a la financiación de la escuela de Sainte Bernadette, a la que asisten diariamente más de 300 niños en uno de los suburbios más pobres de Brazzaville.
También hemos contribuido a un bonito proyecto de Ana Pérez Cossío que hoy queremos compartir contigo y que refleja un poco el espíritu inicial de la asociación,la de ayudar con pequeños gestos. Tshibala (nombre típico congoleño de mujer, pero ficticio para respetar su privacidad) ha vivido en la misión desde que era un bebé. Los soldados la encontraron en el campo a punto de morir y la entregaron en la Misión por si aún podían salvarla. Sin familia ni apoyos ha vivido gracias a la generosidad de todos. Hoy, ya convertida en una mujer, comenzará su nueva vida dando clases en una pequeña escuela e iniciando una vida lejos del amparo de misión. Ana nos pidió ayuda para que pudiera empezar alquilando una habitación en Brazzaville hasta que comiencen las clases y sin duda, atendimos su petición.
Son estas pequeñas ayudas, dirigidas a personas anónimas con vidas difíciles, las que recuerdan los inicios de nuestra asociación. Aunque en los últimos años nos hemos centrado en la creación y rehabilitación de escuelas, no queremos perder esa vocación de estar presentes cuando alguien lo necesita. Porque, a veces, una mano tendida en el momento justo basta para que una persona recupere la esperanza.